Gravedad Cero un emprendendimiento de aislamiento sensorial

La vida de Rafael Saavedra

Rafael Saavedra es un bogotano con sangre huilense, un joven de 32 años tranquilo y sereno con una personalidad que trasmite tranquilidad, amante del paintball a nivel profesional, en sus ojos se encuentra una paz que muchos pueden ver y que con su actuar, sabe expresar.

Este jugador de paintball, viajero e investigador, habla acerca de una de las experiencias más importantes que ha vivido: “Hace 5 años, buscamos como excusa para viajar a los Estados Unidos un torneo paintball junto a un amigo. Gracias a otra amiga que vive en Portland, supimos que se estaba celebrando la conferencia mundial de Flotación.

Allí luego de experimentar cómo funcionaban y de entender que nos serviría como forma de mejorar nuestro nivel competitivo partiendo del desempeño mental; supimos que son utilizados en países como Suiza y en otras partes del mundo para buscar paz después de momento de crisis. Lo utilizaban, además, los soldados después de la guerra o personas que no aguantan los dolores de alguna enfermedad o el estrés del día a día”, asegura Rafael.

Fue a partir de esta coincidencial experiencia, que Rafael quiso traer desde Oregón a Colombia, los primeros tanques de flotación para aislamiento sensorial. Con ello, inició la microempresa “Gravedad Cero”. Un lugar por el que, él mismo asegura, no le gustaría cobrar, si no fuera su sustento y emprendimiento.

En la búsqueda de siempre mejorar su negocio Rafael participó de la convocatoria del proyecto de Producción y Economía Sostenible, una alianza entre la Unión Europea, el Ministerio de Industria y Comercio, la Cámara de Comercio de Bogotá y su filial la Corporación Ambiental Empresarial en el cual busca fortalecer las prácticas ambientales dentro diferentes sectores por medio del acompañamiento técnico de expertos nacionales e internacionales en material de sostenibilidad.

Rafael-Saavedra

Siendo así que Gravedad Cero hace parte de las 120 microempresas que conforman hoy el proyecto. Con el acompañamiento de los consultores el empresario afirma que por medio de la herramienta de indicadores de sostenibilidad que fue diseñada exclusivamente para su negocio, ha sido propositivo “Sí uno no tiene los números claros, puede ser un gran desastre. Saber cuánto gasta en agua, en luz, hasta los residuos que salen y qué hacer con ellos para hacer un mejor aprovechamiento es muy importante. Un empresario debe comenzar siendo muy organizado, desde barrer y trapear hasta tener claro lo que le está ayudando a la sociedad a la economía y el ambiente”. Asegura Rafael.

El ejemplo para Rafael Saavedra al interior de su empresa ha sido fundamental. Por eso, dentro de su microempresa, ningún proceso genera contaminación con los empaques y siempre busca materiales reutilizados, ambientalmente sostenibles.

En su empresa, también se apaga la luz cuando salen. No dejan llaves abiertas al momento de usar el agua. Y en los tanques o cabinas de agua, se recircula el líquido, a través de un mantenimiento, con lo cual, vuelve a quedar limpia después de ser usada durante el proceso de flotación que llega a hacerse cada cliente.

Rafael ha sido uno de los empresarios afectados por la pandemia, a nivel familiar y material. Pero para él, reinventarse, es no dejarse caer y creer en la reactivación económica. Sigue soñando en grande y hoy en día, como empresa, están abriendo camino en Sudamérica, pues ya han recibido más de 9.000 personas.

Sin duda, este es un ejemplo y una historia de pasión por el trabajo, la vida, el emprendimiento y la creencia de que nada pasa por casualidad, si estamos en el momento indicado.

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