Recién liberado de prisión, Lech Walesa recibió el Premio Nobel de Paz en 1983 por su campaña por el derecho y la libertad sindical. El partido comunista había tratado en vano de derrotarlo como símbolo de la oposición ante el monopolio de poder del partido en el gobierno.

Walesa como líder sindical dirigió las negociaciones con las autoridades durante la huelga de 1980, conversaciones que llevaron a la conformación del movimiento ‘Solidaridad’, en el que se unieron trabajadores, intelectuales y la iglesia católica.

Un año más tarde el movimiento fundado por Walesa fue prohibido por el Estado, cuyos líderes aseguraban que la decisión era una medida para prevenir la invasión soviética. Luego de un par de años Polonia retiró el veto y el país fue gradualmente liberado. En 1989 ‘Solidaridad’ ganó las elecciones libres y el año siguiente Walesa fue electo presidente de Polonia.
Para Colombia la trayectoria del expresidente polaco es importante, por su experiencia y por el mensaje que puede traer para el sindicalismo nacional, que busca reinventarse en tiempos de transición de la guerra a la paz.

Tawakkul Karman, periodista y activista yemení, es una de las tres mujeres galardonadas en el 2011 con el Premio Nobel de Paz. Con 32 años, esta madre de tres hijos creó la Fundación de Mujeres Periodistas sin Cadenas en 2005.

Ha sido activista y defensora de los derechos humanos, la libertad de expresión, ha liderado protestas pidiendo la libertad para presos políticos. El Comité Noruego del Premio Nobel galardonó a Karman por su “su lucha pacífica por la seguridad de las mujeres y sus derechos, así como por su trabajo comprometido en la construcción de paz”.

El jurado del Nobel específicamente exaltó a Karman por su papel “en las difíciles circunstancias que acontecieron antes, durante y después de la ‘Primavera Árabe… y por su liderazgo en la lucha a favor de los derechos de las mujeres, así como por la democracia y la paz en Yemen”.

El caso de Tawakkul Karman es relevante para Colombia porque, aunque el derecho a la libre expresión está consagrado en la Constitución del país, los índices de ataques a periodistas por parte de actores armados en algunas regiones siguen siendo altos. El mensaje de Karman será una voz de aliento para los comunicadores que son perseguidos por ejercer su profesión y que día a día deben convivir con este fenómeno.