En la encuesta Global Meetings and Events Forecast de 2023 en la que participaron 580 profesionales de la industria. La votación se hizo desde la plataforma del American Express Meetings & Events Meetings Insight.

La encuesta Global Meetings and Events Forecast de AMEX 2023 dio a conocer que este año observará una recuperación aún mejor de lo que ha sido 2022 en lo que concierne a la industria de eventos. 

Desde los 23 países en los cinco continentes que participaron en este estudio, se destaca que las reuniones pequeñas en esta región ya superaron sus niveles de 2019 y durante 2023 dicho aumento alcanzará el 4.7 %.

De esta forma, si bien este año inicia con aspectos positivos para Norteamérica, marcando a Bogotá, (Colombia), Ciudad de México (México), Cartagena (Colombia), Buenos Aires (Argentina) y Cancún (México) como los cinco destinos Top a destacar en 2023 en Latinoamérica. Las proyecciones marcan al resto del año con situaciones que tendrán que ser impulsadas y sorteadas con conocimiento y creatividad para continuar con este ascenso.

Con base en lo anterior, para nadie resulta sorprendente que en 2023 aumente el número de reuniones y eventos y por tanto asistentes, pero no, bajo los mismos presupuestos. Por el contrario, el aumento considerable de estos últimos podrá ser de hasta un 11 % como consecuencia de la inflación en tarifas de productos y servicios vinculados al gasto destinado a la mano de obra, alimentos y costos fijos.

Asimismo, en cuanto al aumento en el costo por asistente para las reuniones, este se prevé que sea del 1.5 % para reuniones pequeñas, en tanto que para conferencias y ferias comerciales tendrá un incremento del 3 % dentro de las mismas.

Por otra parte, aunque se vislumbra un incremento en espacios destinados a eventos del 49 % para 2023 y de un 58 % para 2024, la planificación de los eventos en su proceso de reservación de sedes se volverá cada vez más necesario, así como volverse mucho más creativo con las partidas presupuestarias, en apartados como viajes, comida y bebida.

Especialmente en los programas de incentivo, los cuales tendrán que celebrarse cada vez más cerca de casa, además de reducirse de tres a cuatro noches en destinos cinco estrellas. Esto implica vuelos más cortos y programas más breves y deberán seguir siendo eficaces, únicos e inolvidables para los asistentes, aún y cuando supongan un ahorro en tiempos, costos y destinos.

Entre los obstáculos que continuará presentando la industria buena parte de 2023, estarán los correspondientes a encontrar una planta laboral optima, cuyas habilidades y conocimiento sean capaces de responder a mayores servicios, resultados y responsabilidades.

Todo ello sumado de igual forma, a un clima de trabajo mucho más flexible (virtual y presencial), multigeneracional y con un amplio movimiento de rotación en sus miembros, dado que los salarios seguirán siendo un factor preponderante de cómo y con qué velocidad los equipos podrán volver a establecerse y escalar niveles en la cadena de valor.

SOSTENIBILIDAD:

2023 buscará ser el año donde Norteamérica considere la sostenibilidad como un principio a la hora de planear y ejecutar eventos, puesto que en Europa y Oriente, la sostenibilidad ha dejado de ser una moda así como una ocurrencia agradable dentro de los mismos.

Por lo que los organizadores en esta región, deberán de realizar esfuerzos para reducir las emisiones de carbono desde la planeación de sus eventos como parte de un objetivo de la organización. Analizando y demostrando de forma concreta un valor agregado de peso no solo en la tomar decisiones, sino en la planeación de procesos más sustentables, equivalentes a los objetivos del evento y la filosofía de la empresa.

VIRTUALIDAD:

En lo que concierne a las reuniones híbridas y virtuales, estas experimentarán aumentos significativos del 1.6 % en lo que serán juntas directivas (clientes/empresas). Por lo que será importante también la utilización de este recurso como método para obtener de forma regular datos y contenidos actualizados sobre los desafíos que presentará la cadena de valor, y así mantenerse al día en una realidad que sin duda tenderá a cambios constantes a lo largo de este año.

Y aunque este “nuevo” proceso ha comenzado a observar una “fatiga”, no se dejarán de realizar encuentros híbridos y virtuales los cuales se estima, marcará un 29 % de aceptación en la región, toda vez que los eventos de este tipo, no han dejado de demostrar su eficacia.

Por lo que la compilación de Data mediante encuestas o durante la participación colectiva de los participantes en los eventos, tenderá a brindar respuestas más específicas sobre el desarrollo de los eventos, con la finalidad de brindar estrategias personalizadas para igualar o acercar las experiencias virtuales a las presenciales, y de cómo estos eventos beneficiarán a los asistentes de participar en ellos.

Finalmente, si bien las principales preocupaciones de cara a 2023, será sortear la inflación con presupuestos sensibles y el aumento del costo en la prestación de servicios, el servicio al cliente así como la flexibilidad para hacer lo que el equipo de planeación busca, en comparación con lo que el área de compras haya negociado, tendrá que encontrar un punto de equilibrio mayor al que ya se tenía. Dado que quedar mal o prometer de más por parte del organizador de eventos, conllevará un riesgo muy alto en un momento delicado entre reactivación, inflación y altos costos.

Fuente: Factormeetings