El turismo de reuniones está en auge en el país. Colombia no solo será sede de la Feria Internacional del Mercado de Reuniones e Incentivos (Fiexpo Latam) para los años 2020, 2021 y 2022, en Cartagena, Medellín y Bogotá, respectivamente; también La Heroica será sede del Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA, por sus siglas en inglés) en el 2021.

“Colombia ha sido uno de los países de mayor crecimiento comparativo en los últimos 10 años. No solo en la captación de reuniones, sino en las inversiones realizadas en infraestructura, que eran sumamente necesarias para desarrollar el negocio”, dice Arnaldo Nardone, presidente de Fiexpo.

Factores como el mejoramiento de la percepción de seguridad en Colombia, un mayor número de aerolíneas llegando al país, el mejoramiento del aeropuerto El Dorado y los esfuerzos de promoción que han hecho la Cámara de Comercio de Bogotá, la oficina de fomento del Distrito y ProColombia son causas del desarrollo de este segmento.

“Nuestro país es el tercer destino de congresos de Suramérica. Con un gasto promedio de 480 dólares diarios, en una estadía de 3,5 días, ha ascendido 28 por ciento en el gasto de los viajeros desde el 2016. El número de extranjeros que llegan por negocios ha aumentado 30 por ciento desde el 2012. Y, como si fuera poco, Bogotá, Cali y Cartagena crecen y mejoran posiciones de ICCA. Esto ofrece un panorama muy favorable para el segmento”, dice Julián Guerrero, vicepresidente de turismo de ProColombia.

En este escenario, el hotelería tiene una gran oportunidad de crecimiento. El país cuenta con alrededor de 27 centros de convenciones y 455 hoteles con salones diseñados para realizar eventos.

Y con el auge del turismo de reuniones los alojamientos “pueden mejorar sus instalaciones destinadas a las convenciones. Es decir, aunque el evento principal se haga en un gran recinto, como el Centro de Eventos de Cartagena, la Caja de Madera en Medellín o el Ágora en Bogotá, hay reuniones más pequeñas que pueden hacerse en un hotel, en coordinación con el evento”, explica Mario Soto Buitrago, presidente de 3C Hotels.

Además de mejorar infraestructura, se puede pensar en un trabajo articulado entre hoteles, aerolíneas y agencias para ofrecer tarifas más atractivas para planes a realizar en días posteriores a la terminación del evento. “En el caso concreto de las aerolíneas –dice Soto– sería ideal que no cobraran multas por mover el pasaje unos días más. Ese hecho es un gran inhibidor para alargar la estadía. Y nosotros los hoteles debemos hacer lo correspondiente para ofrecer tarifa más baja a los días adicionales al evento”.

Para ProColombia, la diferenciación es un factor clave para competir en este segmento y posicionarse.

“Que un centro de convenciones tenga un sistema de audio, un video beam o sillas de reuniones es lo mínimo para ser relevante. Pero la competencia no se da porque uno tenga un mínimo. Se compite por los elementos diferenciadores: el valor agregado que puede ofrecer un destino”, explica Guerrero.

En este sentido, en el país se ha trabajado la estrategia del legado, que hace referencia a no pensar solo en qué puede aprovechar un participante de un destino, sino en aquello que puede aportarle.

“Buscamos articular a los organizadores de eventos con negocios sociales colombianos de manera que se impacte positivamente un municipio o departamento. Estamos del lado de los empresarios del sector, pero también de nuestras comunidades; sobre todo de pequeños emprendedores que pueden ofrecer sus productos o servicios con elementos auténticos, mientras generan oportunidades de empleo o ingresos para sus habitantes”, dice Flavia Santoro, presidenta de ProColombia.

Fuente: EL TIEMPO