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Conoce el Programa de reactivación económica para el sector moda

El GranSan, en la cuarta Ruta de Reactivación Empresarial de la CCB

La Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) llegó a San Victorino, donde hay 1.460 empresas.

Cuando hablamos del corazón comercial más grande de Bogotá, sin duda, nos estamos refiriendo a San Victorino. Cuatro calles a las que todo el que visita la capital ha ido por lo menos una vez. Allá compramos los regalos para Navidad, la muda de estrenar para fin de año y, por supuesto, los útiles escolares.

Y allá, en medio de los gritos que salen de un lado y otro: ‘Veci ¿Qué está buscando?’ se encuentra uno de los centros comerciales más importantes de Colombia, El GranSan. Un lugar reconocido internacionalmente por la venta mayorista de ropa y que es visitado, en un día normal, por cerca de 40.000 personas y en temporada alta, como Navidad, por más de 450.000, doce veces la capacidad de espectadores del estadio El Campín.

Este fue el lugar de la cuarta parada de la ‘Ruta de la Reactivación’ de la Cámara de Comercio de Bogotá. Con tapabocas, caretas y toda la disposición para escuchar las necesidades de los comerciantes, colaboradores de la CCB llegaron hasta San Victorino para vivir de primera mano la experiencia de los empresarios del centro de Bogotá en la batalla para sacar adelante la economía del país.

Es muy motivador ver el ánimo de los empresarios para salir adelante, es gente que hizo el esfuerzo para mantener su empresa abierta

“Es muy motivador ver el ánimo de los empresarios para salir adelante, es gente que hizo el esfuerzo para mantener su empresa abierta, que activa la economía, que tiene una cadena de valor muy importante porque es demandante de empleo y moviliza la demanda y la oferta en un momento en donde eso es lo único que nos va a hacer salir adelante”, resaltó Nicolás Uribe, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá.

La visita, realizada el pasado 4 de noviembre, tenía varios objetivos. Además de conocer las necesidades de los comerciantes para la reactivación económica y desarrollar proyectos para seguir apoyando a estos empresarios, también fue el espacio para asesorar y realizar acciones de fortalecimiento empresarial diseñadas por la Cámara especialmente para el sector y que han trabajado en los últimos años: programas de estrategia digital, internacionalización, reactivación de marcas, modelo de negocios y acompañamiento, entre otros.

En este sector de Bogotá, a dos cuadras del Palacio de Nariño, en la localidad de Santa Fe, se encuentran 1.460 empresas del sector de prendas de vestir, esto representa el 6,5 % del total de las empresas registradas en Bogotá y la Región.

De las 1.460 empresas de la zona, 949 se dedican al comercio al por menor y al por mayor de prendas de vestir, y 450 a su fabricación y confección. Aunque desde afuera no parezca, en San Victorino hay cientos de emprendedores colombianos que trabajan día a día por sacar su propia marca adelante.

Detrás del bullicio y de las estanterías se esconde un sector que genera cerca de 238.166 empleos en la ciudad y más de 11,9 billones de pesos en ventas, a diciembre de 2019. Y aunque quizás los visitantes de San Victorino no lo sepan, los comerciantes de esta zona son las manos detrás de más de 180 millones de dólares en exportaciones cada año.
Ellos, al igual que todos los comerciantes del país y del mundo, están intentando superar una de las crisis económicas más difíciles de las últimas décadas por cuenta de la pandemia del covid-19.

“Nos tocó parar todo y empezar desde ceros a buscar las formas para llegar a los clientes, no ha sido nada fácil, pero hay que seguir adelante”, dice Jenny Penagos, creadora y gerente de Mistika, una empresa de confección y venta de vestidos para mujeres y niñas.

Nos tocó parar todo y empezar desde ceros a buscar las formas para llegar a los clientes

Y este quizás es el lema de todos los empresarios de la zona ‘seguir adelante’. Contra todo pronóstico y con el empuje que los caracteriza empezaron a cambiar la confección de jeans, chaquetas, vestidos y todo tipo de prendas por tapabocas, trajes antifluidos, tapetes de desinfección y hasta diseños exclusivos para cargar documentos, celular y gel antibacterial evitando al máximo el contacto.

La CCB no solo ha estado acompañando a los empresarios en la fase de la reactivación. “Con ayuda de la Cámara logramos fortalecer toda la estrategia de venta digital, nosotros no teníamos esos canales y sin la asesoría de ellos hubiera sido muy difícil sacar adelante mi empresa en la pandemia”, asegura Luz Ángela Silva, creadora y gerente de Pipolín, marca de moda infantil.

Los rostros detrás de la reactivación del GranSan

San Victorino tiene muchos protagonistas: vendedores, pregoneros, clientes, comerciantes, empresarios, en sus calles se esconden miles de historias de personas que día a día se levantan a hacer palpitar este corazón económico de Bogotá. EL TIEMPO recogió cuatro testimonios de emprendedores que, a pesar de la pandemia, siguen levantándose con el único objetivo de seguir trabajando por sus sueños.

Hace 20 años Javier Rusinque, un joven que en ese entonces tenía 17, dedicaba sus vacaciones y su tiempo libre a ayudar a sus padres en el negocio de la confección. Pegaba botones, cortaba las hebras y fileteaba lo que podía. Hoy es el dueño de Chaquetas Dougger, una empresa que diseña y confecciona chaquetas de todos los estilos.

“Empecé trabajando en las temporadas para la empresa de mi hermano, luego comencé a consolidar mi empresa de jeans levanta cola, cuando entró esa moda empezamos a buscar el mejor diseño, eso ya fue hace catorce años, ahí solo eran ventas locales y ahora vendemos en doce países: Panamá, Ecuador, Costa Rica, España, México, Honduras, Israel, Perú, Guatemala, Estados Unidos, Chile y Bolivia”, cuenta Didier Gómez, el creador, diseñador y gerente de Xixmo Jeans.

Su empresa es una de las más reconocidas del GranSan, y obtuvo el aval de ProColombia, marca país. “Es importante que creamos en lo nuestro, esto es Colombia y hay mucho potencial”, asegura.

La pandemia lo llevó no solo a crear tapabocas, trajes antifluidos y tapetes, sino que le permitió crear la app ‘A comprar’, una plataforma para conectar a las marcas del GranSan con los clientes.

La aplicación de tecnología para su negocio fue un proceso de aprendizaje de la mano de la Cámara de Comercio.

“El acompañamiento es fundamental, nosotros sabemos de confección, pero ellos nos forman en plataformas, costos y mecanismos, si no nos preparamos no hacemos nada”, asegura.

Conozca Xixmo Jean, la empresa de Didier Gómez en Instagram: @xixmojeansoficial 

El valor social de Xixmo está enmarcado en apoyar a cerca de 50 madres cabeza de familia que son empleadas indirectas de su empresa, las encargadas de confeccionar los jeans.

Tomado de Eltiempo.com