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Conoce el Programa de reactivación económica para el sector moda

La Cámara de Comercio de Bogotá y la Universidad Jorge Tadeo Lozano alistan el primer Centro de Materiales para la Innovación

Como parte de su implementación, del 6 al 8 de marzo, en el Edificio de Artes y Diseño de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (UJTL), fue creado un espacio físico denominado ‘’Laboratorio de Experiencia con el Material’’.

Este espacio tenía como propósito ofrecer un portafolio de materiales inteligentes que pueden responder a las demandas de los diferentes públicos objetivos que intervienen en el desarrollo de procesos innovadores.

Esta propuesta hace parte de la Estrategia de Especialización Inteligente de Bogotá-Región que lidera la Cámara, junto con actores públicos, privados y academia que definió cinco sectores en los que se deben enfocar esfuerzos y recursos. Uno de ellos es Bogotá Región Creativa.

Como parte de la agenda académica del Laboratorio de Experiencia del Centro de Materiales expertos de la academia, el sector empresarial y el Estado se dieron cita para hablar de cómo la economía circular se convierte en un valor de innovación y competitividad del material en ciudades con índices de contaminación tan altos como el de Bogotá. Aunar esfuerzos a través de alianzas en la Triple Hélice, así como hacer difusión de las investigaciones desarrolladas en torno a la búsqueda de nuevos materiales, fueron los puntos centrales que allí se abordaron.

Generar cultura empresarial en torno a la economía circular

En la charla inaugural, Margarita Baena, una de las máximas autoridades académicas en torno a la investigación en material, aseguró que el primer mito a derribar es el pensamiento en torno a que el material es un asunto de élites, en la medida que solo si se piensa a la materia prima desde lo técnico, lo proyectual y lo estratégico, involucrando al consumidor final, con su experiencia de uso, en la cadena de valor, se logrará generar procesos de innovación de alto impacto.

Los sectores productivos no se pueden reducir a tipologías de materiales. El textil no es un asunto solo de prendas de vestir, también va con automoción y transporte, con arquitectura y construcción y con infraestructura. Hay que ser transversales, y antes que nada, mirar potenciales en el material para encontrar oportunidades de diferenciación”, señaló la experta.

Así pues, un segundo mito tiene que ver con relacionar la economía circular del material con el uso de tecnologías de punta, en la medida que estas últimas, aunque son tendencia, son de alto costo y de difícil acceso. Por lo tanto, el espíritu democratizador no se evidencia en el material: “Innovar es transformar para crear novedad con tecnologías que no necesariamente son de última tecnología, pero son de bajo costo y de fácil acceso, pensando en el bienestar como centro de la experiencia con el material, sin dejar de lado la rentabilidad”, agregó.

Por último, lo importante es entender que el material no es la salvación para el mundo empresarial, sino que solo es un medio para hallar valor diferencial a partir de lo local. Un ejemplo clave es el cartón, que aunque puede ser visto como poco innovador, lo cierto es que tiene múltiples posibilidades en un país como Colombia, desde la fabricación de juguetes y mobiliario hasta la construcción de viviendas temporales.

Un ejemplo de ello sucede en la industria de la moda, aseguró la diseñadora de modas Fiorella Perini, con la tendencia del slow fashion o moda sostenible, en la que cada vez son más los consumidores que le apuestan a la reutilización y reciclaje de prendas de vestir. Así, el modelo económico de prestatarios, que consiste en la renta de prendas de vestir, se populariza en generaciones como las de los ‘Millennials’, mientras las grandes marcas de moda piensan en incorporar, en sus procesos productivos, la optimización de los recursos hídricos y energéticos.

Investigar para innovar con el material

Investigar en torno al material hace parte de la esencia humana desde los inicios de nuestra historia. También desde que somos pequeños, nos encontramos en la búsqueda de lo innovador del material, desde la percepción del color, la forma y la textura de este. Sin embargo, el encuentro de múltiples materiales que solucionan la vida diaria ha desencadenado graves problemas de contaminación.

Ángela Liliana Dotor, docente del programa de Diseño de Modas de Utadeo, señala que la investigación del material se convierte en una cuestión ética por parte de una industria que piensa en lo ecoamigable, en el respeto por el consumidor pero también por el planeta, al tiempo que fomenta el espíritu creativo desde lo local: “Se debe pensar el material desde su contexto y sus dinámicas productivas, pensando en la conservación de la identidad local”, aseguró la tadeísta, quien advirtió que el pensamiento crítico de la academia puede transformar la cultura empresarial solo si cuenta con el apoyo del Estado para priorizar la investigación y regular las malas prácticas.

Tomado de: Utadeo