Con la creciente demanda de las prendas típicas como sombreros, mochilas, borlas, carteras, aretes y prendas de vestir, resultantes de las mezclas entre la moda y las tradiciones indígenas de Colombia, el país protege oficialmente sus raíces y sus artesanos.

“El hecho de que nuestros artesanos tengan sus marcas registradas significa un paso que se da hacia el progreso de sus comunidades y, por ende, de la economía colombiana, que con sus productos autóctonos demuestran al mundo la calidad y el gran trabajo con el que se elaboran”, informó Mónica Ramírez, superintendente delegada.

Las prendas colombianas realizadas por las comunidades indígenas del país en asociación con marcas locales como Pilú Joyería, Atriz, María Elvia Rincón, Muchos Bichos y Tejedores de tradición, entre otros, llegan de momento a más de 10 países en el mundo, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania y Canadá, lo que hace más importante aún el registro y protección.

Diseñadores de la talla de Jean Paul Gautier, Dolce & Gabbana y Silvia Tcherassi han incluido prendas típicas colombianas retrabajadas en sus desfiles, ofreciéndole una ventana internacional a las artesanías locales que cerraron 2017 con exportaciones por más de 4,1 millones de dólares y que lograron negocios por más de 150 millones de pesos en la edición 2018 de Farex, la feria de artesanía de Colombia que se llevó a cabo en Cartagena a principios del mes de enero.

Las exportaciones de artesanías correspondientes a la moda y el textil vieron sus cifras crecer un 16,5% frente a la cifra de negocio lograda en 2016 y proyectan alzas de entre un 12% y un 20% para este año.

Por: Tamara Gonzalez Litman

Tomado de: Fashion Network