El pasado mes de diciembre, Suiza promulgó una ley que prohíbe de manera efectiva la venta de maquillaje testeado en animales con la finalidad de frenar este tipo de pruebas crueles.

De acuerdo con información de Animanaturalis, el gobierno suizo promulgó una ley que prohíbe la venta de cosméticos probados en animales en su territorio. Esto, con el propósito de frenar las pruebas en animales.

Esta ley fue propuesta por el Consejo Federal suizo en marzo de 2016. Ésta propone que todos los productos testeados en animales en el extranjero fueran prohibidos, pues están hechos con el sufrimiento de éstos.

“Estamos encantados de que Suiza no permita que los cosméticos para los cuales los animales han sufrido, sean vendidos en el país”, mencionó Michelle Thew, CEO de “Cruelty Free International”.

Thew agregó que esta medida es parte de una campaña ideada a 20 años, que pretende poner fin a las pruebas crueles en animales en todas partes del mundo y para siempre. El gobierno holandés, comentó que, tras la decisión de Suiza, ellos también optarán por eliminar las pruebas químicas en animales para 2025 con el fin de ser “un líder mundial en innovación científica”.

Por otro lado, una vez que entró en vigor esta ley, el gobierno de Suiza puntualizó que esta nueva legislación contempla una prohibición total de cualquier producto cosmético testeado en animales y anunció que sus fundamentos se basan en prohibir la experimentación animal que ha implementado la Unión Europea.

A pesar de que Suiza no forma parte de dicho reglamento de la UE, las autoridades de dicho país quieren adherirse a esta medida para velar por la vida de los animales y a su vez, dar una buena impresión a la UE, pues es un socio comercial clave. Con esta medida, vienen una serie de recomendaciones para los usuarios y compradores de maquillaje: pueden asegurarse de que sus productos cosméticos son hechos sin crueldad animal consultando organizaciones confiables como: Peta, Natrue, Choose Cruelty Free, One Voice y Acene.

Pruebas cosméticas en animales

Estas se hacen para comprobar las propiedades y seguridad alergénicas de los productos cosméticos creados por los humanos, sin embargo, estas se consideran como pruebas crueles. La UE prohíbe este tipo de pruebas de laboratorio y promueve buscar alternativas, como por ejemplo: usar ingredientes que ya se hayan demostrado seguros para los humanos, evitando así testear en animales de nuevo.

Fuente: Plumas atómicas