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La apuesta del mercado hacia una cosmética vegana en Colombia

Se estima que 300.000 animales mueren en laboratorios anualmente debido a producciones de la industria de belleza. Estos son algunos ejemplos de marcas que están generando un cambio, y hoy dicen no al maltrato animal en sus productos.

Maquillarse ha sido a través del tiempo uno de los actos preferidos por las mujeres, aunque unas lo disfruten más que otras y en algunas ocasiones ameriten más colores y fuerza, lo cierto es que ese momento en el que los ojos se llenan de vida por un retoque en las pestañas o el rostro cobra mayor luz por el uso de ciertos tonos resulta sublime.

Lo maravilloso de esto es que desde hace algunos años usar maquillaje se ha convertido no solo en un acto personal que busca realzar la belleza, sino en una acción común que contribuye al cuidado del planeta. Las nuevas generaciones, principalmente, buscan contribuir a la preservación del medioambiente desde pequeños hasta grandes gestos.

Un mensaje a voces que hoy es conocido y reconocido por importantes compañías de cosméticos que afín con ese propósito han decidido tomar acciones internas que luego se ven representadas en productos y estrategias sostenibles.

Un ejemplo de ello es Natura. “Hablar de sustentabilidad, del cuidado del ambiente y de las buenas prácticas para hacer de nuestro mundo algo mejor, ha llegado a convertirse en un cliché para algunos, en moda para otros tantos, pero en Natura vivimos y respiramos prácticas sustentables que nos ayudan a hacer un mundo más bonito”, cuenta Olga Bocanegra, gerente de asuntos corporativos de Natura Colombia.

Filosofía que se ve representada en acciones como que desde 2006 la marca no realiza pruebas en animales ni para sus ingredientes ni para sus productos finales, todo sin poner en peligro los rigurosos requisitos de seguridad y eficacia de los productos. Desde entonces, la compañía ha desarrollado más de 67 metodologías alternativas para evaluar la seguridad de sus productos en asociación con universidades brasileñas e internacionales, así como institutos de investigación.

“Usamos fórmulas naturales, somos pioneros en tener repuestos de nuestros productos, generando menos emisiones al medioambiente y menor uso de recursos; buscamos reducir la emisión relativa de gases de efecto invernadero en toda nuestra cadena de valor, y sustituimos ingredientes controversiales cuando surgen evidencias de riesgos ambientales o para la salud humana”, agrega la vocera.

En ese sentido, lanzaron la línea Ekos para el cuerpo y los esmaltes Natura UNA, algunos de los productos de la marca que son 100 % veganos, ya que ninguna materia prima tiene rastros de origen animal.
Otro caso para destacar es la labor que realiza Prebel con sus marcas Covergirl, St. Ives y Love, Beauty & Planet, la más reciente marca que tendrá su lanzamiento ahora en noviembre. El objetivo de esta última es que la huella de carbono sea tan pequeña, que el planeta no sienta el impacto. “Iniciamos nuestro proceso llenando nuestros productos de bondad; cada una de nuestras botellas está hecha 100 % de materiales reciclados y son reciclables. Nuestro champú y acondicionador están formulados con limpiadores a base de plantas e infusionados con aceite de coco orgánico”, detallan desde la compañía.

El portafolio inicial consta de tres familias de champú y acondicionador fabricados sin parabenos, sin silicona, sin sulfato y con extracto de origen sostenible, 100 % veganos.

Por su parte, Covergirl, la marca de belleza global más vendida este año, se convirtió en una línea certificada por Leaping Bunny. Es decir, que está libre de crueldad en los animales en todos sus productos, ingresando en la lista de varias empresas que no hacen testeo en animales, garantizado por Cruelty Free International.

En China se exige que se realicen pruebas con animales para todas las compañías de cosméticos extranjeras. Esto significa que las grandes marcas de cosméticos estadounidenses y europeas que se venden actualmente en China deben someterse a dichas demostraciones. Es por esto que Covergirl no permite que vendan sus productos en el gigante asiático, a pesar del mercado prefiriendo hacer el bien para los animales

Su primer lanzamiento 100 % vegano es Clean Fresh, una crema hidratante con color, sin parabenos, sulfatos, talatos, formaldehídos, aceites minerales y talco, pues tienen claro que el veganismo, una vez considerado un nicho, ahora es un concepto masivo con una sola premisa: no al maltrato animal.

En el caso de St. Ives, este año recibió la certificación Cruelty Free ante PETA, gracias a su sello hecho con hidratantes, exfoliantes y extractos 100 % naturales.
Estos son solo algunos ejemplos de las múltiples iniciativas que están ejecutando marcas de alcance internacional en esa búsqueda de conquistar un público más consciente y de mitigar el impacto que sus producciones tienen en el entorno y el ambiente.

Fuente: El Espectador